BDSM un estilo de vida

  El castigo no se trata de violación, abuso o degradación. Las personas que juegan conscientemente con el intercambio de poder tienden a pasar mucho más tiempo hablando de sus gustos que las parejas que restringen su estilo de vida a sesiones. Si usted es el Dominante en la relación, es su deber castigar por el bienestar de su sumisa y tu relación. El castigo es ejecutado por el Dominante y aceptado por la persona sumisa debido a la confianza que ambos tienen en medio de la relación. Su persona sumisa no siempre usará su mejor juicio y es entonces cuando le buscará en busca de orientación. No es solo un derecho del Dominante. Lo que use para castigar depende de su relación y de los gustos y disgustos de la sumisa. Por ejemplo, a Anónima le encanta que la azoten y, a veces, intenta presionar, incitando al Dominante a que la azote. Para ella, las nalgadas nunca serían un castigo. Tienen un pequeño látigo de cuero hecho de finas hebras de cuero. El cuero muerde cuando besa. A Anónima no

Constantemente veo que una y otra vez voy aclarando cuestiones de protocolo en las redes sociales y me siento algo perplejo cuando tampoco es tan complicado. Aclaremos algunos conceptos. Primero hay que pensar el motivo de la necesidad y pertinencia del protocolo. Según el María Moliner (lexicógrafa española), protocolo es un conjunto de reglas de cortesía y urbanidad, respetar esas reglas te hace ser mejor o peor aceptado en cualquier grupo humano. Si vas a un concierto de música clásica en un teatro rodeado de gente que escucha con devoción al pianista de turno y tú te pones a silbar haciendo los cuernos con la mano derecha, puede resultar una performance divertida pero estás fuera del protocolo establecido para ese tipo de espectáculo, como este ejemplo cualquiera que se nos ocurra. Aparte de lo divertido o no que pudiera resultar esa escena, si dejamos aparte que pueda ser una provocación gestual, todos sabrían que esa persona está fuera de lugar. Si lo que te gusta es silbar y

  Hay veces que nos damos cuenta de que no expresamos toda la verdad de algo, probablemente por el temor a sentirnos excluidos o señalados o marcados y que de ahí, seamos censurados o sea cuestionada nuestra labor, nuestra trayectoria y nuestras vivencias. Más cuanto estas siempre han sido vividas desde la más absoluta honestidad, desde la sinceridad y desde la implicación más profunda. No siempre decimos la verdad, toda la verdad, es cierto, lo que no significa que mintamos. Lo que pasa es que hay realidades que la confesión nos haría daño porque nos posicionaría en un lugar para el que no estamos preparados. Y, en ese momento, nos sentimos inmensamente solos. Solos porque no hay quien nos escuche con la paciencia que requiere una escucha sin censuras. Los que llevamos ya algún tiempo transitando por el BDSM, sabemos que en muchísimas ocasiones existe un exceso de idealización en la imagen supuestamente real de las relaciones D/s que se muestran en los blogs, las redes, los posts, por

  La comunicación mediante signos en los momentos de mayor intensidad de la relación SM es básica tanto para establecer un adecuado control y mejorar los niveles de interacción como para evitar situaciones peligrosas o incómodas. La clásica y habitual utilización de el código de los colores del semáforo (Verde = Adelante; Amarillo = Precaución; Rojo = Alto, peligro). A pesar de la ventaja que supone ser un código simple, sencillo y fácil de recordar, en algunas ocasiones es difícil la pronunciación del nombre de un color en plena sesión SM. En contrapartida se impone un código de avisos orales del sumiso que permiten una graduación y una exactitud mucho más precisa en la información facilitada por el sumiso al Dominante. En lugar de los tres ítems del semáforo, aquí se incluyen cinco que coinciden con la pronunciación de las cinco vocales del abecedario, (a, e, i, o, u). Se trata por tanto de sonidos claros que no alteran las expresiones comunes de jadeos, gritos, sollozos indeterminad

Hace unos días conversábamos en el grupo de Telegram y conversábamos sobre la humillación. Salió a flote el tema de la humillación verbal y por supuesto también la palabras más usada por Dominantes en el mundo para dirigirse a una sumisa para causar en ella el objetivo de hacerla sentir como la peor basura, para que su autoestima quede por el piso y tenga que recurrir a terapia debido a la opinión que el Amo tiene de ella. Sí, es esa palabra que encabeza el título de esta publicación: "PUTA". "Puta" es una palabra que muchas veces tiene distintos significados, eso va en como nos vemos a nosotros mismos, y como se use el término y como seres individuales pensemos lo que es una puta. La RAE  la define como: "Prostituta". Prostituta bes quien mantienen relaciones sexuales con alguien a cambio de dinero. Ahora, vayamos un poco más allá de éstas definiciones y veamos nuestro pensamiento al respecto.  Quiero aclarar antes, que lo expresado en este texto es mi pe

La falaka se origina en Persia, y se utilizaba en Medio Oriente, Grecia, Turquía y en los países musulmanes, era un castigo tradicional en la planta de los pies. En Egipto se le llama madda. Era un tipo de cepo para inmovilizar los pies, diferente al europeo, el cual era un palo largo y grueso con una soga atada a sus extremos. La soga cuelga flojamente del palo tomando la forma de una "U". Los pies desnudos del condenado se ponen dentro de la soga, y el palo se hace girar enrollándola hasta que los pies quedan firmemente aprisionados contra la madera. Dos hombres sostenían el palo a la altura de la cintura, y los pies así levantados son golpeados. Si no hay una falaka disponible, los pies son atados y sostenidos en el aire por dos hombres que mantienen la soga tirante. La palabra se usa ahora para el instrumento, para el castigo en sí y para una especie de fusta sin azotera para pegar en los pies, una vara flexible cubierta con cuero enrollado o trenzado. Pero para castigar

  Mis primeros acercamientos al BDMS los tuve cuando estaba en la escuela. Un profesor de Filosofía nos hizo leer un libro del escritor Francés Donatien Alphonse François de Sade, este libro es uno de los más conocidos: 120 días en Sodoma. Creo que desde que empecé con la lectura sentí como que algo en mi forma de pensar con referencia al sexo cambió. Ya había tenido algunas experiencias, pero había algo que faltaba; aunque con el correr de los años comprendí que muchas de las cosas que hacía en la intimidad estaban ligadas a las prácticas sadomasoquistas. Lamentablemente en mis años de escuela no había mucha información al respecto y la que había estaba en inglés o alemán por lo que dificultaba el acceso. Había descubierto un lugar donde vendían alguno libros antiguos pero que debían ser tratados con cuidado ya que el paso del tiempo había hecho estragos en las hojas y tapa. Además, de estar escritos en castellano antiguo. Sí, el mismo que se usa en la obra de Cervantes El Quijote de