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Mostrando entradas de abril, 2018

79. La paciencia es una virtud

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Este Post es tanto para Amos o sumisas nuevos,  hace más de 10 años que vivo como quiero, osea hace una década que vivo en este mundo de fantasías reales en el cual he pasado por muchas situaciones y conocido muchos tipos de personas (y otras especies). No pretendo decirle a nadie como vivir, disfrutar o que hacer (si no es mía claro está), sino que hice este post con un poco de temor por lo que esta pasando a mi alrededor, después de unos días de leer barbaridades creo que es hora de dar mi opinión y no es para que nadie se ofenda ni nada por el estilo, cada uno es libre de elegir lo que quiere de la vida, pero en pos de guiar si así se le quiere llamar a los novicios que por ahí no saben a quien recurrir y pienso que si lo supieran evitarían cosas de las que luego pueden arrepentirse. Amos : Una sumisa es un ser muy especial, pero primero y primordial es UN SER HUMANO... los limites deben de ser respetados más que nada, no por eso uds. son blandos ni se convierten en sumisos, al co

78. Juegos con cera caliente

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La cera caliente es una de las cosas más intensas y eróticas que nosotros, como amantes del BDSM, podemos practicar. Sin embargo, la cera caliente puede ser considerada un juego al límite y es algo que requiere entrenamiento y experiencia. ¡La Cera caliente aplicada de manera inadecuada es peligrosa! La cera caliente aplicada apropiadamente y en el momento correcto es un momento inmensamente erótico. En los párrafos siguientes, intentaremos no sólo mostrar las maneras de aplicar la cera caliente a una sumisa, sino también qué herramientas hay que usar y la seguridad especial que debes tener mientras juegas con cera caliente. Las Reglas de Seguridad General Como se dijo al principio, ¡la cera caliente aplicada de manera indecuada es peligrosa! Usar una Cera con un punto de fusión incorrecto o no verificar la temperatura de la cera fundida puede ocasionar quemaduras de hasta tercer grado que requerirán la atención inmediata por un médico. ¡Obviamente, la mayoría de nosotr