110. Reglas para los Amos

Hay quienes piensan que para los Dominantes y Amos está todo permitido, que no hay cánones de conducta que seguir pero déjeme decirle mi estimado hijo de Grey que el pensar de esa forma lo catapulta al lugar más alto no del Olimpo BDSMero sino de los pseudos, de los ladrones de almas sumisas; si este ha sido su pensamiento hasta ahora, le dejo algunas reglas que todo buen Amo que se precie debería seguir:

1. La seguridad del ser sumiso SIEMPRE será la prioridad máxima para un Dominante, tanto emocionalmente, como físicamente.

2. SIEMPRE respetará y honrará la palabra segura del ser sumiso y jamás lo pondrá en una situación en la cual se vea con el temor de usarla.

3. De la misma manera que la sumisión es un regalo preciado, la Dominación es un talento que debe ser amaestrado, por lo tanto sea cortes y experimentado en la dominación ANTES de tomar la responsabilidad por la vida de otra persona.

4. No sea demasiado arrogante para escuchar y comprender los puntos de vista de su ser sumiso y sus necesidades. Quizás aprenda algo de ellos. Después de todo, la comunicación es lo fundamental de una relación D/s sólida y no esta no puede ser obtenida si todo viene de un solo lado.

5. Jamás castigue a un ser sumiso reteniéndole su cariño y afecto, esto es chantaje emocional.

6. Dé su apoyo y guíe al ser sumiso cuando este lo necesite y manténgase en contacto con los cambios de humor de su ser sumiso. A cambio de esto, obtendrá un ser sumiso que estará con animo de complacer y servirle porque se siente valorado.

7. Entregue a su ser sumiso una guía prenegociada por las cuales debe regirse y cuando este las incumpla sea CONSISTENTE aplicando el castigo.

8. Comprenda que del mismo modo que la confianza de un ser sumiso por su Dominante ha de ser sentida, igualmente el Dominante se tiene que ganar esa confianza. Esto no disminuye su control, lo fortalece.

9. Disfrute y use lo que se le ofrece con ternura, dureza, dolor y placer y tenga la sabiduría cuando usar cada una de ellos.

10. Jamás este tan lleno de orgullo o ciego por su ego y/o poder que sea incapaz de admitir cuando ha cometido un error, incluso para decir, “Lo siento”. De la misma manera que ningún ser sumiso es perfecto para su Dominante 24 horas al día, ningún Dominante es perfecto tampoco.

11. No sienta temor al extender confianza. De la misma manera que usted demuestra que es de confiar cuando su ser sumiso confía en usted, de ese mismo modo el ser sumiso necesita sentir que se confié en él/ella. El no hacer esto puede terminar envenenando la relación.

12. Cuide y eduque a su ser sumiso. Mientras más sepa y pueda hacer, más valioso es para si mismo como persona, y para el efecto que su sumisión tendrá en los dos. Es mas satisfactorio tener una persona fuerte que confíe en usted entregándole el control, que tener el control sobre una persona que sea una “alfombra”.

13. Ante todo un Dominante cuida como un tesoro a Su sumisa, con el conocimiento de que el regalo que la sumisa le da es el mas grande de todos los regalos.

14. Un Dominante es exigente y toma provecho absoluto del poder entregado a El, pero también sabe como compartir el placer que viene de ese regalo precioso.

15. Un Dominante está en control de Sí mismo, primero y ante todo, para Él poder controlar a otros.

16. Como Dominante duro y exigente, puede causar que Su sumisa llore lagrimas reales y como el amante mas dedicado, después besará esas lagrimas hasta su desaparición, sin salir de Su rol.

17. En momentos de dificultad, un Dominante dejara atrás los roles, y será amigo y compañero que apoya, nunca olvidando que esto también es una relación de cariño entre dos individuos con sentimientos.

18. Un Dominante es rápido al entender las diferencias entre fantasía y realidad.

19. Un Dominante jamás pedirá que Su sumisa lo ponga ante su familia, o profesión, simplemente para satisfacer Su propio placer.

20. Para conquistar la mente, el cuerpo, el espíritu, el alma y el amor de una sumisa, un Dominante sabe que primero ha de ganar su confianza.

21. Un Dominante le mostrara a Su sumisa humor, bondad, y calor.

22. Un Dominante siempre debe demostrar que Su guía y tutelaje es sabia y merecedora de atención. Que es una persona de la cual se puede aprender, y en cuya instrucción se puede confiar.

23. Un Dominante es lo suficientemente romántico como para ser protectivo y caballeroso. Y cuando lo es requerido, defiende el honor de Su sumisa.

24. Un Dominante le demuestra a Su sumisa que El es alguien en quien ella se puede apoyar y confiar. Y cuando llega el momento de enseñarle lecciones de obediencia, él es un profesor duro e inflexible.

25. Un Dominante no acepta errores. No acepta nada menos que la perfección de Su alumna.

26. Un Dominante jamás usa la disciplina sin una buena razón. Cuando castiga a Su sumisa, siempre es con una mano sabia y cuidadosa.

27. Un Dominante siempre esta abierto a la comunicación y el dialogo. Siempre dispuesto a escuchar las necesidades y deseos de Su sumisa.

28. Un Dominante es paciente, tomándose Su tiempo para conocer los limites de Su sumisa y sabiendo que a medida que aumente la confianza, ellos también aumentaran.

29. Un Dominante nunca tiene que exigir un comportamiento ritual de Su sumisa. Su sumisa responde a ello por el sencillo deseo de querer complacerlo. El cumplimiento nace del deseo de complacer, no del temor al castigo.

30. Un Dominante entiende el frágil estado de la mente y el cuerpo, y jamás viola la confianza puesta en El.

31. Un Dominante siente tanta seguridad que es capaz de reírse de Si mismo y de las trivialidades de la vida. De mente amplia lo suficiente para aprender cosas nuevas. Fuerte lo suficiente para crecer como persona.

32. Las armas de un Dominante son la mente, el cuerpo, el espíritu, el alma y el amor/cariño.

33. Un Dominante entiende que cada uno gana lo máximo dándole placer al otro.

34. Y los dos saben que el amor/cariño y la confianza son las únicas cosas que realmente atan y permanecen.

Llegar a entender estos prácticos consejos nos harán ser mejores en nuestro desarrollo como Amos, partiendo de la premisa que es una persona a quién tenemos en nuestra mano para instruir y guíar, así se reflejará lo que somos por medio de nuestro ser sumiso.

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