01. ¿Qué es BDSM?

Como ya todos sabrán a estas alturas de la vida, el atractivo pero intratable Christian Grey ha estereotipado el, para la inmensa muchedumbre, oscuro y sórdido  mundo del BDSM. Tan oscuro que muchos de ustedes seguro que se echan las manos a la cabeza maldiciendo a este servidor que solo habla de sexo. ¡Qué quieren, este es un blog de sexo y tengo otro de relatos! Jamás serán mis pretensiones que ustedes acaben convirtiéndose de Giacomo Casanova ni en díscolos discípulos del perturbado Marqués de Sade, aquel impío amante que tras una orgía con un séquito de meretrices, fue acusado de envenenarlas al darles de probar «mosca española». Me conformo con que aprendan y aprehendan los conocimientos básicos para que dominen este subrepticio savoir faire  en cualquier habitación roja que se le ponga por delante.
Para la mayoría de los terrícolas el universo BDSMista (bondage, disciplina/dominación, sadismo/sumisión y masoquismo) es considerado como tabú y una practica casi inaccesible. Muy mal. Casi todos ustedes se imaginamos que esto va de que meter o que le metan a uno golpes como panes se meten al horno, de linchamientos que ríanse de las vandálicas intervenciones de los Hooligans o de ser esclavos por una noche y le azoten hasta que les salta la carne haciéndole sufrir lo indecible. El dolor forma parte del sadomasoquismo sólo para algunas de las personas que lo practican. Para otras (diría yo que la inmensa mayoría) es todo lo contrario, porque existen mil y una formas de disfrutar del BDSM sin pasarla tan mal y disfrutando de lo lindo sin acabar como se dice en España: "El rosario de la aurora". Aquí no hemos venido a sufrir. Aunque algunos locos sí.
El castigo a un amante sumiso que se ha pasado de rebelde puede consistir en que ha de acatar sin chistar, desde imponerle que se disfrace de muñeca pepona a atarle al cabezal o las patas de la cama, vendarle los ojos y hacerle la mejor felación o cunnilingus de su vida. ¿No suena mal no? Eso sí, poniendo algo de picante al asunto. Vende a su presa o  prohíbale terminantemente que le toque o de lo contrario se verá usted obligado a darle su merecida azotada. El que avisa no es traidor. El arte del spanking es deliciosamente curiosolo abordaremos en breve.
Hasta entonces, quédese con el significado de estas siglas.
B de Bondage: Termino inglés que significa atar.
Las prácticas eróticas relacionadas con el bondage son básicamente los roles de poder asimétricos como por ejemplo Amo - esclava, jefe - empleada, maestra - alumno, policía -detenido o dueño - mascota. Y sí, la historia puede llegar a que ella haga de perra y que llegue a comer en un plato, mientras el Amo le tiene atada con una correa, o con cadenas. Libertad total. Han de proveerse de la cuerda necesaria, cuanta más mejor. Si les pilla el toro, valen como remedios domésticos enseres como cables, corbatas, cinta de embalar, cordones, medias o fulares. Todas ellas tienen un único cometido: inmovilizar las extremidades de la presa.
En cualquier caso, mantenga el cuello siempre libre de artefactos. Nada de simular ahorcamientos o locuras afines, no es cuestión de que pierdan el norte en esta empresa. El fascinante bondage les permitirá sumergirse en el no menos excitante mundo de los disfraces, que siempre ponen su granito de arena. Por ejemplo, señora vístase usted de médico, a ella de enfermera. O vestirse de limpiavidrios (que el fontanero está ya muy visto) y ella como ama casa. En el amor y en el BDSM todo vale.
D de Disciplina y Dominación 
Dominación: Consiste en la práctica erótica en la que una persona adopta un rol dominante (dominatrix) para actuar como se le antoje y le pase por los mismísimos. Como en alta mar, donde manda dominatrix no manda el pobre sumiso. La dominación está sujeta constantemente al consenso y los límites establecidos por el dominado. Si la cosa se pone fea, el BDSM rechaza cualquier práctica de dominación sin consentimiento del dominado. Que quede muy clarito. La dominación solo vale dentro de las paredes de una habitación compartida y dedicada al desenfreno sexual, no fuera de ella.
D de Disciplina: Son las prácticas relacionadas con las normas y preceptos dela relación entre Amo y sumisa o como los castigos varios a lo que el primero somete al subyugado dependiendo de las faltas que haya cometido. Incluye adiestramiento por parte del amo y protocolos de comportamiento. ¿Se le antoja un trato bizarro?
Sumisión: Una persona adopta un rol sumiso en el que queda bajo la voluntad y merced del amo o la dominatrix. Es la situación complementaria de la dominación.
Sadismo: Se refiere a aquellas prácticas erótico festivas en las que una persona obtiene placer por causar dolor, humillación o incomodidad a otra persona que así lo acepta libremente.
Masoquismo: Hace referencia a aquellas prácticas sexuales poco ortodoxas en las que una persona obtiene placer experimentando dolor, humillación o incomodidad, a manos de un verdugo que le da caña. Siempre prácticas voluntarias que jamás de los jamases pueden traspasar los límites establecidos por el receptor.
Palabra de seguridad
Para cualquiera que se embarca en cualquier práctica BDSM se necesita una palabra de seguridad para detener lo que esta ocurriendo si la pronuncia. Si el sumiso dice “no, no, por favor, basta”,  usted haga como el que oye llover. Posiblemente en verdad se la está gozando y no quiere realmente detenerlo. Pero la palabra de seguridad son palabras mayores. A veces se usa una palabra específica (por ejemplo “piedad”) o un código de colores (verde, “todo bien”, amarillo “caliente caliente” y rojo “para que me vas a matar”). La palabra de seguridad debe ser fácil de recordar y de pronunciar, entienda que no es el mejor momento para poner a prueba su ingenio y agudeza mental. Esto no es el scrabble. Piensen que bastante tiene el sumiso con lo que tiene. Toda esa presión encima, maniatado, con palabras obscenas escritas sobre su cuerpo, con restos de cera caliente sobre la piel, quizás incluso con un pasamontañas de látex como segunda piel y una bola de acero metida en la boca. Como para ponerse a hacer memoria.
No tengan miedo, el BDSM puede ser tan inofensivo como beber un tequila margarita. Porque una juguetona sesión BDSM, de azotes en culos ardiendo, látigos, collares de perro, cadenas y demás artilugios erótico festivos, puede acaba de la forma mas tierna posible, que es con un coito vainilla  (la sesión sadomaso is over), haciendo el amor de la forma más dulce que puedan  imaginar y con un sincero Te quiero.
Ahora que ya tienen un poco más de conocimientos sobre el tema, pónganse manos a la obra. Quizás no han aprendido nada. Si es así, lo siento).
Que follen mucho y mejor.



Pasiones Prohibidas ®

Comentarios

  1. Excelente información! Me encanta este estilo de vida!

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  2. Todo un estilo de vida 💓 excelente información mi señor 💋

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  3. Excelente ahora en poner en práctica lo aprendido

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  4. Información clara y precisa, gracias por compartirla y ayudar a que este estilo de vida sea más comprensible.

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  5. Gracias por educarnos.

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  6. Una gran información para los iniciados como yo

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  7. Que buen inicio caballero, me agrada su forma de compartir esta información necesaria.

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